miércoles, 25 de noviembre de 2009

Negros

Negrura, palabra llena de fracasos…
(Ghéhenno)

Richard Wright decía que se había atribuido a los negros una reputación viril muy particular y que ellos habían acabado por creérselo…

Comprendemos perfectamente la preferencia de algunas mujeres por el exotismo. Pero desgraciadamente, las que se ven muchas veces del brazo de hermosos negros mantenidos por la República, son las que más se justifican de gozar de estos perfumes: “Son muy inteligentes”… dicen.

Los negros de Europa (y los de otras partes) no piensan más que en las blancas.

Estábamos una noche en un bar de los Campos Elíseos, tres parisienses y varios extranjeros ingleses y americanos, cuando entró un limpiabotas negro, famoso por aquellas terrazas.

Era alegre y de buen porte y le dejamos acercarse al grupo. Se arrodilló, sacó su betún y sus cepillos y sin pedírselo nadie se puso manos a la obra sobre los zapatos de una amiga nuestra americana.

Puso un poco de crema sobre la piel y, sin ninguna razón profesional, su mano posó en la pantorrilla de nuestra vecina, con sus dedos en la costura de la media. Animado por el silencio, puso otra sobre el tobillo, como si quisiera dar a la pierna un mayor equilibrio, bien superfluo por cierto.


Volvió a sus cepillos y, pasados unos instantes, su mano se fue otra vez hacia el nylon.

La americana no dijo nada. Como estaba en Francia, creyó que había cierta tolerancia o que, en todo caso, no le correspondía hacer advertencias. O quizá encontrara en ello algún placer.

Los movimientos del negro no podían pasar inadvertidos. A su segundo intento, uno de nosotros le dijo: “Bueno, ya que acabaste con la señora, ven a limpiar mis zapatos.” El tono era cortés, pero presagiaba la tormenta.

El negro se hizo el sueco y la emprendió con la otra pierna, volviendo a acariciar la pantorrilla.

El vecino de la americana se levantó, agarró al limpiabotas por el cuello y lo echó fuera. Cuando el negro volvió por su caja barbotó airadamente: “¡Blancos asquerosos, nos haremos con vuestras mujeres!”

Al ritmo que va la historia de hoy, sus palabras parecen ciertas.

2 comentarios:

Que no le de pena!!

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